Aunque
supuestamente el invierno no son las mejores fechas para pescar siluros, ya que
durante el invierno bajan su metabolismo y se alimentan mucho menos que en época
estival hay condicionantes que pueden hacer que esos siluros abandonen sus
cuarteles de invierno, uno de ellos son aguas sinuosas y achocolatadas
acompañadas de una fuerte crecida del río Ebro.
Un Ebro
turbio y enfurecido, con casi 2000m3/s de agua, ante tal panorama no se podía
desaprovechar la primera oportunidad que se presentaba para hacernos con un 2M y tratar de sentir la potencia de estos grandes siluros al lance, a tanto
caudal de agua le acompañaba un fortísimo viento que dificultaba más aún la
pesca quedando muy limitadas las zonas que podías pescar, aún así decidimos
intentarlo...
Pronto se
vio que los siluros estaban donde se supone que tenían que estar y antes de
botar la embarcación presenciamos un par de ataques de siluros de pequeño tamaño
cazando alburnos, después de mover muchos siluros que más que atacar
simplemente espantabas con la caída del
señuelo podemos hacernos con uno de pequeño tamaño, poco después otro y otro y
otro, así hasta 4 peces con tan solo dos dignos de mención de 1,74m y un 2,08m
que brindó un muy buen combate, con estas condiciones, a la fuerza que
desarrollan estas locomotoras se unía la de la corriente, objetivo cumplido!!!
Queda
inaugurada la temporada de lance del 2015, a la mínima oportunidad que se
presente ahí estaremos de nuevo para intentarlo, ¿quieres ser tú el siguiente?.