Aunque el siluro es un pez amante de las aguas cálidas y que alcanza su máxima actividad
ya cuando las aguas se tornan calientes, no es menos cierto que todos extremos
son malos y cuando el agua sobrepasa en superficie la barrera de los 28º la
pesca se complica bastante y no tienen la actividad de meses atrás con los
primeros calores.
No
obstante los peces siguen comiendo aunque con menos picos de actividad, agua
muy caliente es sinónimo de peces apáticos que se desplazan mucho menos en
busca de comida, por ello la importancia de la sonda, a veces no es cuestión de
cebar y cebar tratando de atraer a los peces, si apenas se mueven del fondo no
vamos a conseguir nada, es más rentable buscar esos grupos de siluros y
meterles la comida encima que esperar a que sean ellos los que se desplacen a
tu cebadero.
Os dejo
con algunos de los muchos siluros pescados a pellets este verano.