Después
de la experiencia vivida hace dos años quisimos repetir de nuevo y pescar un
par de días en el delta del Ebro, mal comenzábamos y nada más empezar a pescar
algo pasa en el motor, el casquillo interior que lleva la hélice había dicho
basta y sólo se podía navegar poco más del ralentí sino patinaba y es como si
aceleraras en punto muerto, encima estábamos a varios kilómetros del lugar
donde la echamos al agua, menos mal que teníamos todo el día para pescar y
volver a puerto.
Con la
moral por los suelos nada más empezar comenzamos la pesca, es frustrante
planear todo tan minuciosamente y a la hora de empezar que te pase eso, pero
son situaciones que no se pueden predecir y a veces pasan, pero poco a poco fuimos subiendo lubinas a bordo,
no estaba siendo como otras veces y encima no teníamos capacidad para buscarlas
con el motor así no nos podíamos desplazar, menos mal que ese día ya muy cerca
de donde botamos la embarcación y a última hora nos deparaba un par de horas espectaculares
con varios dobletes y más de ua veintena de peces clavados en muy poco tiempo.
Al día
siguiente nos limitamos a pescar los alrededores antes de partir de nuevo hacia
Zaragoza y también tuvimos un par de momentos muy buenos de picadas seguidas en
superficie, hay que ver como funcionan algunos señuelos de bass con estos
peces, produciendo picadas espectaculares casi en superficie. Ya casi a última
hora como si nos hubiése mirado un tuerto, una lubina nerviosa hizo que
acabaran dos puntas de un triple en mi mano, así que acabamos en el hospital
llegando a Zaragoza ya entrada la noche.
Pero a
pesar de las incidencias y todos los infortunios de nuevo mereció la pena y
regresaremos, es increible el potencial de pesca que tiene esta zona si sabes
hacer las cosas bien, tal vez esta vez lo dejemos para ya Noviembre, si las
cuentas no fallaron en menos de dos días de pesca salieron un total de 59
peces, en su mayoría lubinas y aunque no hubo ninguna especialmente grande si
que dieron su juego, también hubo una decena de doradas que atacaron los
artificiales, algunas palometas y algunos pequeños tallams.