









Todos alguna vez tenemos algún pequeño rincón que por la razón que sea consideramos un pequeño santuario, hace muy poquito tiempo que he descubierto uno de esos escasos rincones mágicos o que al menos para tí mismo lo son en los que las horas "caña en mano" pasan sin darte cuenta y procuras mantener en el anonimato, no tienen porque salir peces grandes, aquí lo que cuenta es desvincularte del mundo, pasar varias horas caminando por el río sin ver a nadie, la calidad del paisaje y de la pesca, la dificultad de cada lance, el no pasar agobios, calores, ni cruzarte con nadie en varias horas, hoy en día valoro muchísimo estos pequeños santuarios y momentos de pesca, es este mi homenaje a mi pequeño " gran santuario".