La pesca
del siluro al lance no pasa por el mejor momento, aún así quisimos intentarlo,
cambiando de escenario y quise pescar una zona del río Ebro la cual hacía
tiempo que no visitaba. La cantidad de algas en suspensión hacían la pesca casi
imposible y por mucho antihierbas que llevaras casi cada lance sacabas hierbas
enganchadas en el artificial.
Para
colmo los dos días anteriores habíamos pescado otras especies en otro lugar
diferente y la pesca había resultado una locura saliendo peces de todos los
sitios y esta vez con los siluros tocaba sufrir, al final de la jornada dos
siluros salieron del agua de 4 picadas que hubo, con uno de ellos muy bueno
para lo que hay en estos momentos que rondaría sus 40kg, más que contento para
como están las cosas.