Cuando
echo la vista algunos años atrás analizando los conceptos que por aquel
entonces tenía de la pesca de la lucioperca y los que tengo ahora años después,
me doy cuenta de lo equivocado que estaba y lo mucho que he evolucionado con
esta especie.
La pesca de cualquier especie es evolucionar o estancarse, siempre hay un gran margen de
mejora, cada especie tiene unas características que las hacen diferentes al
resto y cada especie has de buscarla y pescarla de una determinada forma y en
unos determinados lugares.
Este pez
en aguas españolas es relativamente "nuevo" no es un pez con una gran
tradición de pesca y me atrevería a decir que para la inmensa mayoría de
pescadores españoles es una pesca totalmente desconocida, países europeos como
Francia, Polonia, Alemania, nos llevan años de ventaja en este tipo de pesca muchas veces vertical.
Puedes
ser un excelente pescador de bass o siluro o... y clavar accidentalmente alguna
lucioperca, pero ir exclusivamente a pescarlas es otra historia que conlleva
una serie de conceptos, de zonas, tipos de fondo, ubicación de los peces en
función de la época del año, temperatura del agua, luminosidad del sol,
tonalidad del agua, señuelos, manejo de los mismos que no se terminarían nunca
de aprender.
El clavar
una docena de luciopercas en época de freza cuando están accesibles y agrupadas
está al alcance de cualquiera, el clavar una treintena casi en cualquier época
en lugares donde otros no lo hacen, nada tiene que ver con la suerte y si con
el conocer su pesca.
La pesca de la lucioperca requiere del conocimiento del lugar que se pesca, manejo de la sonda, sensibilidad, destreza, presentación, rapidez en la clavada, una serie de condicionantes que hace que su pesca sea eminentemente técnica y enseguida saca a relucir los defectos o virtudes del pescador.