Hace años, en esta época era normal verlos en pleno desove, hasta casi llegar a tocarlos hasta con la mano, hoy en día debido a la fuerte presión de pesca, la afluencia de gente y de embarcaciones no se dejan ver pero ellos siguen ahí cumpliendo con su cita anual, en algunos recónditos lugares bajo las aguas del Ebro, se libra la batalla del desove.
Si conoces algunos de esos lugares, en esta época es factible la pesca de estos gigantes con equipos de lance, los siluros que son pescados en esta época salen realmente magullados y marcados, produciéndose entre ellos numerosas heridas, excepto los ejemplares que todavía no son adultos, todos salen igual, signo inequívoco de que se encuentran en plena freza.
Os dejo con algunos siluros pescados en este pasado mes de mayo y las heridas que se producen, lo bueno de todo esto es que este año la freza seguro ha salido adelante y es sorprendente la rapidez que tienen para cicatrizar esas profundas heridas, en 15 días seguro que no hay ni rastro de ellas.