La pesca del siluro alcanza su máximo esplendor en primavera, es ahora cuando se dan las
mejores condiciones para su pesca, mientras que la lucioperca ya ha frezado y
se complica su pesca, muchas de ellas siguen estando cerca de los lugares que
eligieron para ese fin y de cuando en cuando te llevas una grata alegría en
forma de una gran lucioperca, el siluro por su parte todavía no ha empezado con
su reproducción aunque no tardarán en ello y toman posiciones de prefreza
volviéndose más accesibles para el pescador de lance.
Casi
todos los años cuando el siluro se encuentra en plena freza pueden verse en
algunos lugares que año tras año eligen para tal fin, sobre todo los machos
atacan sin miramientos cualquier "intruso-señuelo" que se adentre en
esa zona donde tienen depositadas sus huevas.
Es todo
un espectáculo de la naturaleza el poder contemplarlos en estado salvaje
cumpliendo con su ciclo reproductor.