Para los
que pescamos habitualmente siluros en el río Ebro desde hace unos años viene
siendo algo habitual y ya no solo un hecho esporádico pues ha pasado bastantes
veces y a bastante gente que al clavar un pequeño siluro al lanzado, otro de
mayor tamaño lo ataque e intente comérselo llegando a aguantarlo en la boca
varios minutos, incluso subiendo hasta la superficie ambos siluros.
Esto
personalmente me ha pasado con siluros de todos los tamaños, desde pequeños siluros
de 60cm hasta un caso en el que después de 15 minutos de llevarlo a su antojo
hasta soltarlo resultó ser un siluro totalmente magullado de 1,35m al que
atacaron, me gustaría haber visto al "otro".
Desde mi
opìnión para un gran siluro le resulta más sencillo comerse un siluro de 1m de
longitud que una carpa de menor tamaño dada la anatomía del pez, una vez
enbocado la boca de un gran siluro es una trampa sin escapatoria por lo que no
es de extrañar que cuando la comida escasea se de este tipo de canivalismo.
Os dejo
unas fotografías en las que se puede ver que este canibalismo en en el Ebro es una realidad, en la primera se
puede ver la cola de un pequeño siluro ya digerido saliendo de la boca de uno
mayor, en la segunda fotografía los restos del siluro ya totalmente digerido y
en la tercera uno de esos ataques de los que hablaba, el más amarillento
"la víctima" y el más oscuro "el verdugo".
LA COLA DE UN SILURO YA DIGERIDO AL FONDO
EL MISMO SILURO YA TOTALMENTE DIGERIDO
ATAQUE DE UN SILURO A OTRO MÁS PEQUEÑO