La pesca
del siluro en los meses estivales siempre resulta complicada, el caudal bajo
mínimos del Ebro no ayuda a que la pesca resulte fácil, el embalse empieza a
bajar a un ritmo vertiginoso dejando al descubierto zonas donde meses atrás se
pescaban siluros y en zonas como la entrada del Ebro al embalse de Mequinenza
la navegación y el botar una embarcación al agua resulta casi misión imposible convirtiéndose
en toda una odisea.
Pero aunque
difícil la pesca de siluros tanto al lanzado o mosca, como con pellets o al
clonk en estos meses estivales, es posible si se dan con las claves adecuadas...
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