Durante
los meses más fríos del invierno mucha gente prefiere quedarse en casa y
recoger las cañas hasta la temporada que viene, gran error, por un lado la
tranquilidad que se respira estas fechas en aguas que por norma están sometidas
a una gran presión de pesca no tiene precio, lo mismo que el pescar casi a
placer punto por punto sin encontrarte con otros pescadores.
Aunque en
unas condiciones duras, que no lo son tanto si cuentas con ropa térmica y vas
preparado para tales condiciones es posible pasar un divertido día de pesca,
hay ciertas especies que a pesar de las frías temperaturas siguen manteniendo
un cierto grado de actividad, especialmente los ejemplares más grandes de
lucioperca y perca fluviatilis.
Si casi
nunca la pesca resulta fácil, en estos meses menos todavía y la gran diferencia
entre pescar y no hacerlo está en localizar los peces que ahora se encuentran
muy agrupados en zonas concretas y presentarles el señuelo muy cerca, ahora más
que nunca, hay que ponérselo muy fácil,
El empleo
de la sonda es fundamental para localizar esos bancos de peces e interpretar a
razón de tamaño, tipo de fondo y profundidad a la que se encuentran de que
especies se trata, un correcto manejo de la sonda, un equipo acorde y
equilibrado, un diámetro de línea no superior al 0,12mm para poder pescar casi
en vertical zonas muchas veces por encima de los 10m, un conocimiento previo de
esos "hotspot" y unos señuelos infailibles con estas especies como
son los kopytos de RELAX hace el resto...
Os dejo
con algunas fotografías de pesca en Caspe-Mequinenza en uno de esos fríos días
invernales.