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29 sept 2011

BIGBASS DEL EMBALSE DE MEQUINENZA


La pesca tiene estas cosas y estoy seguro que hay fanáticos de este embalse que pescan única y exclusivamente esta especie que se lo merecían mucho más que yo, todo el mundo sabe que no es la especie a la que más horas le dedique, aunque he de reconocer que es un pez que siempre me ha gustado (mucho más que el entorno y sibaritismo que rodea su pesca) al que antiguamente dedicaba muchas jornadas, difícil, caprichoso y esquivo, capaz de poner a prueba la paciencia del pescador y con el que hay que saber lo que se hace e hilar muy fino si se quiere capturar un buen ejemplar, todo a de salir de cara, un lance perfecto, un señuelo que lo "seduzca" y estar el día, hora y en el lugar adecuado.

En estas últimas salidas con bastantes capturas de bass había rozado varias veces los 2kg y me hacía ilusión capturar un buen ejemplar, pero éste superó de largo todas mis expectativas, no aspiraba a tanto ni de lejos, soy consciente de que un bass así sólo se captura una vez en la vida y tan sólo es cosa de unos pocos privilegiados, más aún en un lugar como Mequinenza que aunque los hay, la presión de pesca a la que son sometidos es brutal.
Aunque enseguida ví que se trataba de un bass grande, el ataque en superficie fue de los que ponen los pelos de punta a cualquiera que sienta las pesca, no fui consciente de lo que había clavado hasta que lo ví y sobre todo lo levanté, la cabeza, el lomo, la anchura que tenía, era una bola de carne por todos los lados y como pesaba para ser un bass, justo donde acaba el lomo y empieza la aleta caudal tenía como 3-4 dedos de anchura, nunca había visto nada parecido, había visto (no pescados por mí) varios basses que por gramos superaban los 3kg y enseguida me di cuenta que éste era de otra dimensión.
Después de medirlo, pesarlo y hacer un montón de fotografías y con pena de despedirme de el, quería disfrutar al máximo del momento, volvió a su entorno en el mismo lugar en el que fue pescado, sin llevarlo horas y horas en un vivero, sin transportarlo de una punta a otra del embalse, con el respeto que merece un pez así, sólo espero que si alguna vez vuelve a ser  seducido por otro señuelo y otro pescador corra la misma suerte y sea tratado de la misma forma.


EL PROTAGONISTA

 









CAÑA: ST CROIX PREMIER

CARRETE: SHIMANO CURADO

LÍNEA: MOMOI FLUOROCARBONO 0,28MM
SEÑUELO: DOGO 85 DE KILLERCRAFT
MEDIDA: 58 CM
PESO: 3,480 KG
LUGAR: EMBALSE DE MEQUINENZA

15 sept 2011

PESCA DE LA LUCIOPERCA, SESIÓN MULTIESPECIES


Las luciopercas como cada mes de Septiembre empiezan a ocupar zonas con una menor profundidad que meses anteriores y es que a pesar del calor de estos días, las noches son ya más frescas y empiezan a mostrar síntomas de actividad saliendo de las capas más profundas de embalse.




9 sept 2011

EMBALSE DE MEQUINENZA, DOS JORNADAS DE LOCURA TRAS LAS FLUVIATILIS Y LOS BASSES


Después de lo visto hacía unos días era casi obligado volver a hacerle una visita al embalse para ver si todo había sido algo puntual o los peces estaban realmente por la labor, de nuevo y nada más comenzar salimos de dudas con un doblete de fluviatilis, es increible la cantidad de ellas que hay, llegando a sacar dos al mismo tiempo clavadas en un jerkbait.





5 sept 2011

PESCA EN EL RÍO EBRO (CASPE), PERCAS FLUVIALITIS UNA JORNADA DE LOCURA


La pesca de siluros al lance está pasando por una mala época, un embalse bajando por momentos y un Ebro muy bajo y debido a ello una gran cantidad de algas en suspensión hacen que la pesca resulte muy difícil y este sábado decidimos cambiar de especie y de lugar buscando el pasar una mañana entretenida.






Aunque comenzamos a pescar más tarde de lo esperado debido a problemas técnicos, no tardamos en ver los primeros resultados y apenas en media docena de lances ya habíamos obtenido nuestra primera captura, se trataba de una perca fluvialitis.
Las capturas se fueron sucediendo a lo largo de la mañana hasta el punto de hacer varios “dobletes” , como pasó en su día con el siluro y más tarde con la lucioperca, ahora está pasando con la perca fluvialitis, esta nueva especie ha colonizado las aguas de Mequinenza y está en pleno “boom” pudiendo realizarse pescatas” espectaculares a poco que sepas moverte por el embalse y analizar la ubicación de los peces.



11 jun 2011

CAPTURA Y SUELTA

Manipulación de especies


Tan importante como  el saber engañar un pez es después de haberlo conseguido, saber sacarlo del agua, manipularlo, sujetarlo, desclavarlo y liberarlo sin que su integridad, ni la nuestra corran ningún riesgo y eso es algo que se aprende con el paso de las años y en gran medida lo da la experiencia, a más peces desclavados, mayor será la habilidad y la destreza en todo ese proceso desde que lo clavamos, lo sacamos del agua, pasando por su posterior desanzuelado, sesión fotográfica y retorno al agua.

No sirve de nada liberar un pez si por culpa de una mala manipulación o un mal trato muere horas después de haberlo liberado, para ello es importante seguir una serie de pasos mínimos y sencillos para que el captura y suelta sea efectivo, tal vez lo primero sea mantener el pez siempre húmedo mientras se encuentra fuera del agua, el desclavado y la sesión fotográfica a de ser rápida y siempre en el menor tiempo posible, si exceptuamos el siluro que debido a sus dimensiones y su resbaladiza piel resulta más complicado, el hacer unas fotos no supone más de 2-3 minutos, lo que exceda de ese tiempo está ya demás, en caso de ir solo y querer hacer una foto al pez en el suelo, ese “suelo” ha de ser un lugar blando, húmedo y sin aristas cortantes, como piedras, rocas, etc.. la hierba mojada suele ser una excelente “alfombra” para esa función, una vez realizadas las fotos y el pez se encuentre en el agua para ser liberado nunca debe ser abandonado a su suerte, moviéndolo y oxigenándolo de adelante a atrás si fuese necesario hasta que pueda mantenerse en su posición natural y se vaya pos sí mismo, sin ayuda de ningún tipo, no cuesta tanto invertir algo más de tiempo en esa reanimación y ver como se aleja nadando de nuestra vista, no hay nada más gratificante para la vista que contemplar esa escena.


Pero cada especie posee unas características morfológicas propias y en función de ellas debemos de cogerlos, desanzuelarlos o manipularlos, analizaremos las cuatro especies más representativas de depredadores presentes en nuestras aguas como son el bass, el lucio, el siluro y la lucioperca y como manipularlos correctamente:

Lucio

Si hay un pez que en todo este proceso de desanzuelado y manipulado delataría a un pescador sin experiencia y mostraría sus debilidades es sin duda el lucio y es que las fauces de uno de estos “cocodrilos” imponen demasiado respeto, sobre todo para quien no está demasiado acostumbrado a toparse con ellos y es que el desclavar un lucio puede ser algo de lo más natural si sabes como debes hacerlo o convertirse en toda una odisea.
La mejor forma de manipular o coger un lucio es por la “nuca”,  introduciendo los dedos pulgar e índice por encima de sus opérculos branquiales y sujetándolo firmemente, asegurándonos antes de que ya esté lo suficientemente cansado, esta forma de cogerlos se complica cuando se trata de ejemplares  ya grandes, los cuales es mejor levantarlos metiendo los dedos índice y corazón por una de sus branquias, justo por su parte más exterior, aunque de todos es conocido que los lucios poseen cortantes “dientes” también en las agallas, hay un punto en el que si se saben coger carecen de ellos y no representa el menor riesgo, aunque recomendaría abstenerse a aquellos que no lo tengan demasiado claro y que no estén seguros de lo que hablo, si por el contrario si lo estáis es aconsejable ayudar a sostener el peso con la otra mano a la altura de la aleta anal, tal y como muestra la foto.



Creo que no hace falta ni que decir que jamás debemos de coger un lucio por los ojos o peor aún con la ayuda de un “gancho” como tradicionalmente se hizo durante años e incluso aún hay quien lo sigue haciendo, se trata de costumbres tan ancestrales y retrógradas como equivocadas si lo que se quiere es devolver al agua un lucio en perfecto estado.
A la hora de desclavarlos, hacerlo con los medios adecuados, unos alicates largos son imprescindibles, mientras que un fórceps o abrebocas viene bien, pero no son tan necesarios empleándolos tan solo ante casos en los que el pez ha engullido el artificial más de lo deseado.
Si queremos retener por unos instantes un lucio, tal vez lo más apropiado sea un saco de retención de los empleados en carp-fishing, aunque carece totalmente de sentido retener un pez tan delicado como es el lucio tal vez durante horas, para tomar unas fotos que podíamos tomar en el acto.

Lucioperca

Tanto la primera, como la segunda forma que he descrito para el lucio son perfectamente válidas también para la lucioperca, si nos inclinamos por la primera, tan sólo deberemos tener sumo cuidado con la punzante y espinosa aleta dorsal, mucho más temible que la inofensiva y redondeada dorsal del lucio y si lo hacemos por la segunda de ellas, es mucho menos “peligrosa” ya que la boca de éstas no es tan temible como la del esócido, aunque si me hubiese de inclinar por una, especialmente si se trata de  ejemplares grandes, la mejor forma para levantarla sin que se nos escape de las manos y sin temor a hacernos daño es sujetándola fuerte y firmemente a la altura de su aleta caudal, justo donde acaba el cuerpo y empieza ésta, su áspera piel y la pronunciada forma de su aleta caudal convierten esa zona en un asidero perfecto donde agarrarla.



Si hay un pez extremadamente delicado y frágil a la hora de manipularlo al que hay que mimar y soltar inmediatamente si queremos que su liberación sea exitosa es la lucioperca y ya no sólo por el hecho de que suela ubicarse en zonas profundas y el fenómeno de la descompresión, sino porque es un pez frágil y delicado, incluso con luciopercas pescadas en lugares con apenas 2 metros de agua y después de unos minutos (2-3) haciendo fotos, al ir a liberarlas ha habido que reanimarlas antes de su liberación.

Black-bass

La verdad es que viendo su enorme bocaza no hace falta ser un lince para adivinar que ésta es el mejor “agarradero” que posee, habiendo de introducir el dedo pulgar por la parte superior de su boca y el índice por la inferior, en ejemplares superiores al kg de peso es conveniente ayudar a soportar ese peso con la ayuda de la otra mano, poniéndola a la altura de su aleta anal.



Si se pesca desde la orilla y por lo tanto se carece de vivero, tal vez la mejor forma de retener un bass sea mediante un ensartador o “stringer”, aunque salvo competiciones creo que es bastante absurdo y en ningún caso se debería hacerlo, resulta mucho más agradable y gratificante contemplar la foto de un  sólo bass recién salido de su medio que la de un “puñado” de ellos colgando de un “stringer”.

Siluro

La mejor forma o casi diría yo la única forma de coger un gran siluro para echarle el guante es de la boca, la mandíbula inferior de un “bigotes” parece estar hecha a la medida de nuestra mano, siempre ha de hacerse con la ayuda de unos guantes de jardinero o similares si no queremos que nos “abrase” las manos, la boca de un siluro es una auténtica lija, cuando se trata de ejemplares ya crecidos es conveniente sujetarlo con ambas manos, de lo contrario tenemos todas las papeletas para que se nos escape.
En el caso del siluro y dadas las dimensiones de estas “moles”, la mejor forma de posar con ellos es metido en el agua, lo moveremos y pondremos a nuestro gusto para la foto, mucho mejor que en tierra firme, a parte de que el pez también nos lo va a agradecer, en el caso de que esto no sea posible utilizaremos una lona fuerte de plástico bien húmeda, tipo toldo de camión, jamás deberemos arrastrar un siluro por el suelo ya que a parte de provocarle heridas en su delicadísima piel, le desprenderemos de la mucosa que la protege.



En el caso querer retenerlo durante unos instantes antes de echarnos unas fotos con él, lo haremos con una cuerda de material sintético y mejor aún con el extremo forrado de plástico, nunca con una cuerda de cáñamo o similar, ni con un nudo corredizo que le aprisione la mandíbula.

Bocagrip, ¿si o no?

La verdad es que esta práctica herramienta facilita enormemente las cosas a la hora de coger el pez del agua, otra cosa es que sea éticamente la más correcta ya que en algunos casos puede ocasionarle daños al pez.
Aunque en su día tan sólo estaba el conocido como “bocagrip” (es el original), hoy en día son muchos los modelos que pueden encontrarse tratando de imitarlo y aunque algunos “casi” lo han conseguido, no todos son de lo más recomendable, sin duda el mejor de todos es el original, también su precio es el más alto con mucha diferencia y es que a parte del diseño de las tenazas bastante redondeadas diseñadas para no dañar al pez, éste modelo gira sobre sí mismo, evitando posibles desgarros en la boca cuando se mueve, seguirían algunos modelos como los que comercializa berkley que aunque no giran sobre sí mismo, si que dispone de unas tenazas no punzantes, habiendo otros modelos no demasiado recomendables que acaban en punta y que no giran que podían ocasionar al pez importantes daños.



Este práctico utensilio puede utilizarse indistintamente con cualquiera de las especies mencionadas, incluso con siluros que no superen los 15-20kg es perfectamente válido, aunque yo tan sólo recomendaría su uso en casos estrictamente necesarios en los que el pez viene clavado de fuera, con los triples “al aire” y se hace peligroso para las manos del pescador y siempre que se utilice ayudando con la otra mano a levantar el pez, nunca levantaremos todo su peso solo con la ayuda del bocagrip.


En definitiva sea la modalidad que sea la que practiquéis o la especie que pescáis si estas pequeñas recomendaciones y consejos sirven para salvar la vida de un sólo pez, este pequeño artículo ya habrá merecido la pena.


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