El Ebro es un destino número uno para la práctica del carpfishing, numerosos pescadores de toda Europa visitan el Ebro en busca de sus grandes carpas comunes.
Las carpas como todos peces tienen sus querencias, sus zonas de paso, sus zonas de desove y aunque pueda resultar una pesca relativamente sencilla, el conocer el terreno y los hábitos de las carpas del Ebro es primordial para tener éxito en su pesca.
El sacar las cañas con la ayuda de una embarcación y depositar el montaje en esas zonas junto con un pequeño cebado es primordial, en la gran mayoría de ocasiones no consiste en tratar de atraer peces mediante un cebado masivo, si no de depositar los montajes en los lugares en los que las carpas se mueven, esto te permite afrontar una jornada de pesca de varias horas con unas garantías de éxito muy altas.
La experiencia y el conocer la zona de pesca y hábitos de los peces como en cualquier tipo de pesca es un grado y no hay nada como “jugar en casa” aunque no es la especie a la que más horas le dedique si conoces ese terreno el éxito está practicamente asegurado, este año voy a meterme más de lleno con el tema carpfishing, me gusta evolucionar en la pesca, los retos, las metas y esta es una de ellas…
Os dejo con algunas fotos de un par de jornadas de varias horas tras las carpas del Ebro, en las que 14 peces tocaron tierra.