Cada vez
son más los pescadores que se acercan al río Ebro en busca de pescar un gran siluro, la mayoría de ellos deciden contar con un guía experimentado y con
muchas experiencias vividas que en condiciones normales casi le aseguran
algunas capturas y es que las sensaciones que uno experimenta con estos peces
es algo difícil de olvidar en la vida por mucho que pasen los años.
Estos
grandes siluros son auténticas locomotoras de sacar línea que ponen al límite
equipos y pericia del pescador, cuando alguien lo prueba la brutal experiencia
corre de boca en boca entre los pescadores como la pólvora, por eso todos tarde
o temprano quieren probarla en sus propias carnes.
Os dejo
con algunas imágenes de pescadores que quisieron probar esta aventura y
pudieron sentir la fuerza de estas locomotoras.