5 feb 2017

LOCALIZACIÓN DE LUCIOPERCAS EN INVIERNO

Si hay una especie extraña, caprichosa y cambiante que puede aparecer o desaparecer como por arte de magia y que pone a prueba "las tablas" del pescador, esa es la lucioperca, aunque en determinados momentos y situaciones que se está en el momento justo y en el sitio adecuado pueda parecer fácil su pesca, quien piense que es un pez sencillo está realmente equivocado.

Lo primero y más importante para pescar luciopercas es que las haya en la zona que estamos pescando, de lo contrario difícilmente podremos lograr capturas, hay muchas zonas que por sus características de profundidad o tipo de fondo no son de la predilección de esta especie y directamente las evitan, no tiene sentido alguno perder un segundo de tiempo en pescarlas, menos aún en estos meses invernales, playas que descienden muy gradualmente y zonas con fondos de barro, mejor evitarlas.

La lucioperca es un pez que se mueve constantemente, mucho más que cualquier otro, excepto las grandes luciopercas que van mucho más por libre, normalmente los ejemplares jóvenes se mueven en grupos más o menos numerosos, lo cual se traduce en que el principal objetivo en este tipo de pesca es la localización de estos cardúmenes, la pregunta es: ¿como localizarlos?


Afortunadamente no existe una varita mágica para ello, pero si que se pueden hacer las cosas bien y buscarlas basándose en unos parámetros aplicando en todo momento la lógica.

Esos desplazamientos que realizan pueden ser influenciados por diferentes motivos, pero yo me quedaría sobre todo con cinco de ellos, freza, cambios bruscos de nivel, temperatura del agua, luminosidad del día y coloración del agua.

Basándonos en estas situaciones y excluyendo la freza de la que hablaremos en otro momento, vamos a centrarnos en las otras cuatro variantes que pueden darse en esta pesca invernal, es hora de aplicar la teoría a la práctica y tratar de atar cabos.

Los peces, como nosotros buscan su comodidad, un cambio brusco de nivel, bien sea de subida o bajada alterará esa comodidad, por lo tanto es muy posible que se produzca un cambio de ubicación por parte de éstas, bien porque el nivel haya descendido varios metros y se queden demasiado expuestas a la luminosidad del sol o al contrario porque el nivel haya subido varios metros y ya se metan en profundidades en las que no se sientan cómodas variarán su ubicación, también hay un condicionante añadido que suele darse cuando se da esta última circunstancia de que el nivel suba y es que esto suele ocurrir por el aporte de caudal del río que llena ese embalse o lo que es lo mismo entrada de agua fría al embalse con el supuesto descenso de la temperatura del agua.

Los días luminosos y el agua excesivamente limpia son dos factores que inciden negativamente en la pesca de esta especie, soy de los que piensan que esto es así, más que porque esto provoque una inactividad en los peces por razones derivadas que se dan cuando esto ocurre, mayor visibilidad, mayor es el recelo y la desconfianza de éstas a la hora de morder los señuelos y por otro lado los peces se sitúan a una mayor profundidad y cuando esto ocurre todo se complica, peces más profundos es siempre sinónimo de peces más difíciles.

La lucioperca posee una visión excelente y no le hace falta un agua como el cristal para poder cazar, más bien es todo lo contrario, con el agua un poco "tomada" la pesca de esta especie se torna mucho más sencilla por tres razones bastante lógicas por otra parte, no se ven los defectos que se pueden ver con una agua mucho más limpia, esta condición a las sandras no les representa ningún problema a la hora de cazar y es menor la incidencia de los rayos del sol en el agua por lo que puedes encontrar luciopercas situadas a una menor profundidad, con las ventajas que ello supone.

La temperatura del agua como ocurre con todas las especies varía el metabolismo, comportamiento y ubicación de los peces y como ocurre también con muchos de ellos, los meses de temperaturas extremas, bien sea calor o frío suelen ser cuando se encuentran a una mayor profundidad, esta teoría que casi todos conocemos es así por algo. El porque de ella, es sencillamente cuestión de lógica, la incidencia de la temperatura exterior es mayor en las capas más superficiales del agua, son éstas las que más y antes se calientan o enfrían, según el caso, por tanto es mucho menor en las más profundas, por esta razón la variante de temperatura en un fondo con 3m de agua a uno con 15m puede ser de varios grados.

LA SONDA

Si pescamos desde embarcación, pato o cualquier elemento flotante una gran aliada con la que contamos para localizar estas zonas calientes es la sonda.
Reconozco que pesco muchos días al año y muchos de ellos, los mismos lugares, los mismos m2 y en las aguas que pesco salvo varios puntos que es indispensable para saber donde están exactamente esos accidentes sumergidos podría valerme igualmente sin ella, aunque siempre en las salidas a la lucioperca es una parte más del equipo.

Independientemente de localizar “arcos” cerca del fondo que si sabemos interpretarla podemos asociar con luciopercas, nos va a dar mucha información de la profundidad a la que pescamos, cambios bruscos en el relieve, tipo de fondo o accidentes en el terreno, montículos de piedras en medio de un total llano, obstáculos, oquedades en el terreno, lugares potencialmente buenos para la ubicación de estos peces,

EL VIENTO

Otra de las condiciones que marcan la ubicación de los peces y más todavía las condiciones de pesca es el viento. Soy de los que odia pescar en días despejados cuando el embalse está como “un plato” aunque la pesca resulte muy cómoda para nosotros, las luciopercas no opinan lo mismo, en esos días se encuentran profundas por la incidencia de los rayos de sol en el agua, un agua un poco rizada por el viento siempre nos ayudará en esos días.

Muy diferente son los días sin viento, pero nublados o con niebla en los que apenas hay luminosidad, para mi sin duda éstos son los mejores para la pesca de esta especie.


La pesca de la lucioperca es una pesca que se practica en el fondo y normalmente en profundidades importantes y como tal es una pesca lenta que requiere una gran concentración y sensibilidad para detectar las picadas y clavar rápido. Esto quiere decir
que el viento puede ser un buen aliado a la hora de la actividad de los peces,  pero por el contrario puede resultar al mismo tiempo una gran desventaja sobre todo si pescamos desde embarcación a la hora de poder pescar esas zonas “calientes” debido a la rapidez de la deriva, una velocidad inadecuada se traduce en no pescar la capa de agua que se debe pescar, problemas en detectar las picadas y problemas a la hora de clavar. Los días con bastante viento te limitan a pescar lo que puedes y no lo que quieres, de hecho esos días con viento digamos por encima de 20-25km/h he llegado a la conclusión que la mejor opción es dedicarse a otras especies o bien quedarse en casa esperando días mejores.
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