Marzo
marca el comienzo de la temporada de pesca de siluros al lance, es ahora uno de
los mejores momentos para hacernos con uno de los gigantes del Ebro.
Aunque
las aguas siguen frías, comienza un paulatino ascenso de su temperatura, por
ello los grandes siluros empiezan a mostrar síntomas de actividad, son fechas
en la que la pesca no es fácil y vamos a contar con muy pocas oportunidades,
pero por contra no hacen falta más que una o dos para poder cumplir nuestro
sueño de capturar un 2M, estamos en época de pocos, pero grandes peces.
La
experiencia y los muchos años tras ellos me han demostrado que las condiciones
suelen marcar bastante la jornada de pesca, un río o embalse de subida o de
bajada es muy importante a la hora de tener más o menos éxito en la jornada, no
hay nada como ser observador y analizar el porque de las cosas para sacar
conclusiones en esto de la pesca.
En esta
época más que nunca es muy importante saber lo que se busca, no desesperarse,
ni impacientarse y hacer las cosas bien, antes de meternos al agua hay que
saber lo que buscamos, tal vez 1-2-3 oportunidades, no más, pero también
sabemos que con estas condiciones no hacen falta muchas para lograr el objetivo,
son los grandes siluros los primeros en activarse después del duro invierno.
Entre la
decepción y la euforia hay un sólo paso, un solo segundo, un solo lance puede
cambiar el desenlace de la jornada de pesca.