Aunque no
son las mejores fechas para pescar siluros, las condiciones del Ebro así lo
requerían ya que el agua turbia y el abundante caudal hacían presagiar que estábamos
ante la primera oportunidad de clavar el primer siluro al lanzado del año, con
1800m3 de agua bajando por el Ebro y un fuerte viento la pesca resultaba bastante
complicada, pero al poco de comenzar la pesca ya movimos los primeros siluros
pero tan sólo eso, moverlos, no atacaban el señuelo.
Así
seguimos durante algún tiempo hasta que por fin uno de ellos se decidió a
atacarlo, se encontraba comiendo alburnos junto a la orilla a refugio de la
fuerte corriente, al ir a desclavarlo vomitaba alburnos que casi no le cabían
en el estómago, conforme fue transcurriendo la mañana y tras varias
oportunidades fallidas otro siluro sucumbió ante un Twister de 6” de Relax.
Sin ser
nada del otro mundo para ser Enero no estuvo mal, 5 picadas y un par de
siluros, el mayor de 1,79m nos hicieron pasar una mañana entretenida.
Os dejo
con algunas fotos de esta jornada de pesca.
SILUROS AL LANCE DEL RÍO EBRO